
¡MADRE!
Abril '98
¡Qué terribles sensaciones!
¡Qué encontrados sentimientos!
¡Se han nublado mis retinas
contemplando tu figura...!
Y tus ojos entornados se han clavado
profundamente en mi pecho.
Tu espejo ya no refleja
esa imagen entrañable
que yo deseo y recuerdo.
¡Qué cúmulo de sentimientos!
¿Te imaginas lo que yo siento?
Torbellinos de impotencia
y tempestades de tristeza
serpenteando mi cuerpo.
Y ahora que ya descansas
y que yo velo tu sueño
mis ojos se están ahogando
quiero llorar... y no puedo
lo intento... pero no quiero.
Y en la infausta disyuntiva
de querer y no poder
de poder y no querer
se nos va pasando el tiempo.
A mi Madre, María Malumbres